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Laboratorio de Ingeniería Sísmica

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2011-05-31 13:23:59
Instrumentación: El Sismógrafo

Durante muchos años, el hombre experimentó los efectos de los sismos o terremotos y los contempló sin tener idea del cómo o del por qué se originaban. Por tal razón, los terremotos siempre fueron objeto de gran especulación, así como de mitos.

Fue creencia de los japoneses que el mundo descansaba sobre un pez (llamado Namazu en japonés o Pez Gato en español) y que cuando éste aleteaba, se producían los terremotos (Figura 1).


Figura 1.

En el año 132 A.D., el chino Chang Heng inventó un ingenioso aparato que le permitía saber en qué dirección había ocurrido el terremoto (Figura 2). Su invento consistía de ocho dragones ubicados alrededor de una urna de bronce. Cada dragón tenía su boca abierta y dentro de ella sostenía una pequeña bola. Dentro de la urna, había un péndulo que se conectaba a las bolas que sostenían los dragones por medio de pequeñas varillas de bronce. Alrededor de esta urna en la parte inferior había ocho ranas con sus bocas abiertas. Cada vez que ocurriera un temblor, el péndulo dentro de la urna se movía y hacía caer una de las ocho bolas de los dragones sobre las ranas. De esta forma se sabría en qué dirección ocurrió el terremoto.

Figura 2.

Este fue uno de los primeros intentos que hizo el hombre por entender en mejor grado el fenómeno sísmico. A instrumentos como el de Heng, que no guardan registro del tiempo, se les llama sismoscopios.

 

El instrumento que registra el movimiento del suelo se llama sismógrafo. Se basa en el principio de la inercia de una masa que se encuentra suspendida (Figura 3) a un soporte rígido. Durante un sismo, la masa se mantiene inmóvil mientras que el soporte rígido se mueve junto con el suelo. El cilindro rotatorio avanza a la velocidad que lo hace un segundero en un reloj común. La traza que se marca sobre este cilindro corresponde al registro del paso de las ondas sísmicas en función del tiempo y se llama sismograma.

Debido a que el movimiento del suelo ocurre en todas direcciones, las estaciones sismológicas tienen sismógrafos que registran tanto las componentes horizontales como las verticales.


Figura 3.

El primer sismógrafo moderno fue creado en 1880 por el inglés John Milne. Desde entonces, este ha evolucionado hasta llegar a ser tan complejo y sensible que es capaz de registrar sismos ocurridos a grandes distancias.

Un acelerógrafo, como su nombre lo indica, registra la aceleración del suelo durante un terremoto.  Estos aparatos son generalmente utilizados en análisis de movimiento fuerte (grandes sismos), ya que han sido diseñados para resistir tales sacudidas. La red de instrumentos del Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) se compone únicamente de acelerógrafos.

El LIS utilizó originalmente instrumentos tipo SMA-1, como el que se observa en la Figura 4. Estos aparatos funcionaban a base de película fotográfica. Cuando ocurría un sismo, un pequeño rayo de luz velaba esta película creando el registro del paso de las ondas sísmicas. La película era posteriormente procesada en el laboratorio para su revelado, digitalización y análisis por computadora.



Figura 4.

Alrededor del año 2000, se usaron modernos equipos tipo ETNA o K2 (Figura 5) que son computadoras diseñadas para registrar sismos fuertes. La información, tal y como en el caso de una computadora, se almacena en el disco duro de estos aparatos y puede ser rápidamente extraída por medio de una portátil.



Figura 5.

En el 2010 se adquirieron equipos REFTEK (centro en la figura 6) que no solo almacenaban los datos de manera digital en un disco extraíble, sino que los transmitían por medio de Internet. Luego vinieron los NANOMETRICS (verde en figura 6) y GURALP (cilíndrico en figura 6) para completar la red que actualmente posee el LISUCR.

Figura 6.

 

Referencias:

Bulletin of the Seismological Society of America. Vol. 59, No. 1, pp. 183-227. February, 1969

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